La senadora riojana María Clara del Valle Vega llegó al Senado de la mano de Juntos por el Cambio pero a fines del año pasado decidió abrirse y armar su propio monobloque.

Ahora el macrismo le exige que deje su banca con la ridícula excusa de que puede escuchar los debates y llevarle información al oficialismo.

El hecho puntual fue que la senadora Vega fue designada para izar la bandera del recinto y luego de eso quiso regresar a su banca pero la encontró ocupada por la legisladora de Juntos por el Cambio, Gabriela Riollo, de San Luis.

Vega pidió una cuestión de privilegio para denunciar, no sólo la ocupación de su banca sino el maltrato de parte de sus excompañeros de bancada.

"Acaba de ocurrir un hecho que en mis 6 años de mandato no había ocurrido, porque este senado siempre ha respetado el decoro y las buenas prácticas", advirtió la videpresidenta del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, al poner en conocimiento del cuerpo lo sucedido. "Hay un conflicto con dos senadoras, la verdad me da mucha vergüenza tener que plantearlo, pero es un conflicto que tenemos que resolver", continuó la mendocina.

"Hay un conflicto por la posición de una banca y me parece bochornoso que una senadora se levante a izar la bandera y otra le ocupe la banca. Una banca que ha sido asignada por este mismo Senado".

"No podemos manejarnos en el Senado como si estuviémos en la cancha, ¿que va a seguir, asaltar los despachos a la noche?", puntualizó Sagasti.

La senadora damnificada con esta movida infantil del macrismo, Clara Vega, pidió una cuestión de privilegio contra toda la bancada de Juntos por el Cambio, "pero por sobre todo para quien lleva la voz cantante en ese bloque". "Iniciaron un acoso constante hacia mi persona, los que hoy dicen que no se respetan las palabras acordadas son los mismos que me acosaron previo al ingreso a este recinto".

"Los primeros días de marzo, recibo un llamado pidiéndome mi lugar en este sector del recinto. A lo que yo contesto que por qué no se respetaba mi lugar del 29 de enero, donde yo tomé la decisión de tener mi monobloque, en el lugar donde se sientan los monobloques", explicó.

“La distribución arbitraria que ha hecho Juntos por el Cambio de las bancas corre por parte de ellos y que la senadora no se sienta ofendida porque no es una cuestión personal. Tiene que ver con el acoso constante de mensajes y ataques que he recibido en las dos sesiones que tuvimos de marzo hasta ahora”, continuó.

“Para que todo el mundo conozca el nivel en el que consideran a las mujeres en esta bancada. No me llaman para ver cómo voy a votar una ley fundamental, me llaman para pedirme mi banca porque no quieren que esté sentada con ellos en el medio del bloque”, cerró.