"Las urnas están bien guardadas" dijo el dictador Leopoldo Galtieri para impedir el retorno de la democracia al país. La derrota en la guerra de Malvinas aceleró los tiempos y la Dictadura Cívico-Militar llegó a su fin.

De todas maneras, la frase quedó grabada en el inconsciente de los argentinos por el desprecio al deseo popular y la arrogancia de los que se creían dueños de la vida y la muerte de los argentinos.

Traerla nuevamente a la memoria para relacionarla con una frase antojadiza de Aníbal Fernández es una canallada imperdonable de Luis Novaresio.