Claro está que lo único que haría feliz a Pablo Rossi es que el gobierno fracase en el plan de vacunación lo que significaría la muerte de miles de argentinos.

Al menos eso es lo que demuestra al indignarse por la noticia no sólo de que Sputnik confirmó el arribo a la Argentina de las segundas dosis tan esperadas sino que además el laboratorio Richmond comenzará a fabricar en la Argentina ese segundo componente por lo que el problema estará solucionado en los próximos días.

Está claro que con esta noticia se les vuelve a caer una nueva operación que señalaba al gobierno como el responsable de la demora en la entrega de estas dosis.

Rossi, no sólo quiso poner en duda la palabra oficial del equipo Sputnik sino que consideró que el país tiene una dependencia patológica de los rusos. 

Por si no lo habían notado se supone que este tipo es periodista. Pero por suerte se preguntó "qué necesidad tengo de estar haciendo esto todas las tardes?", refiriéndose claramente a su campaña anti argentina.