Nicolás Guerra llegó desde el Chaco para tratarse en Buenos Aires a raíz de la hidrocefalia que padece desde su nacimiento, enfermedad que le originó problemas motrices e intelectuales, entre otros.

La historia comienza en Chaco, donde le aconsejaron venir a la Ciudad de Buenos Aires para tratarse en el Hospital Garrahan bajo la cobertura económica de su obra social, PROFE, dependiente del Ministerio de Salud de Chaco.

El arreglo era que la obra social pagaría el hospedaje del niño en la Ciudad para que Nico pueda someterse al tratamiento, cosa que ocurrió en un principio. Pero después de un tiempo dejaron de pagar.

Nico ya está instalado en la Ciudad, va al Jardín N° 3 y a la Escuela de Estimulación Visual y Eduación Especial N°35 "José Manuel Estrada". El tratamiento en Buenos Aires mejoró muchísimo su condición, y hasta pudo empezar a comunicarse por primera vez.

Vale remarcar que la vida de la familia en el hotel está lejos de ser la ideal, pero les alcanza para que el nene pueda ser tratado. En la habitación que ocupan conviven con una sola cama el niño, su mamá y su hermana de 19 años, según consigna Infonews.

La situación se activó cuando el año pasado, con solo dos días de aviso, el encargado del programa, Javier Turienzo, decidió que el nene tenía que volver a Chaco y tratarse de forma ambulatoria pese a que ya se adaptó a su vida en la Ciudad de Buenos Aires. Pero el tratamiento no sería el mismo.

Hoy, la madre de Nico tiene un ultimátum para dejar el hotel a fines de mayo. O sea, ya mismo. Ya que la obra social del estado chaqueño no está cumpliendo con su obligación de pagar el hotel todos los meses.

Tanto el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, como las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación desoyen el reclamo de esta madre desesperada, que está a punto de quedarse sin el importante tratamiento para Nicolás.