Su madre desapareció el 3 de abril de 2002 y su caso siempre estuvo vinculado a las redes de trata. Desde Córdoba, a donde se mudó para estudiar antropología y alejarse de su Tucumán natal (“es un poco fuerte vivir allá”), dio una entrevista a Radio Fish, en la que contó -inesperadamente- su experiencia junto a Maldonado, también desaparecido, el 1 de agosto, durante un desalojo encabezado por Gendarmería en Chubut.

“Yo lo conocí a Santiago Maldonado. Estuve con él en El Bolsón. Me había ido con una amiga a la Patagonia de vacaciones y estuvimos con él.”

“Era un pibe divino, tranquilo, esa gente que jamás le haría daño a nadie. Era tatuador y me mostraba sus dibujos, me contaba el trasfondo de cada uno, siempre con un detalle de amor y de luz”, repasó.

Cuando me enteré que había desaparecido Santiago yo no sabía que se trataba del mismo chico que yo había conocido. Pero cuando me di cuenta me cayeron un montón de fichas”, contó.

La joven ya había manifestado en su cuenta de Twitter su apoyo al reclamo por el paradero de Maldonado. Y en la previa a la masiva movilización del 1 de septiembre había invitado a participar de la protesta en Córdoba.