La foto no es una acusación, pero sí una muestra del origen del pensamiento de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña.

Acuña es la alumna marcada con un círculo y en la derecha aparece el criminal de guerra nazi Erich Priebke.

Esta foto, habitual en los colegios es del Primo Capraro de Bariloche, donde se ocultó Priebke, responsable de asesinar a 335 civiles en las Fosas Adreatinas, en Roma. Al terminar la guerra, huyó y en 1946 llegó a la Argentina y se refugió en Bariloche, hasta ser descubierto en 1994. Fue extraditado a Italia, donde se lo juzgó y condenó por la masacre.