Arietto tiene la fuerza de la fe de los conversos. En algún momento ligada al trotskismo y a la defensa de los derechos humanos violentados por la fuerza de seguridad, en una voltereta de 180 grados ahora encarna la derecha de la derecha.

Pero como no tiene mucho vuelo propio, lo que hace es relanzar las fórmulas que las diferentes variantes de la derecha internacional ha lanzado en las últimas elecciones celebradas en distintos países: comunismo o libertad.

Esa duda anacrónica puede funcionar ante fenómenos novedosos como la irrupción de un candidato totalmente desconocido como Pedro Castillo en Perú y encolumnar detrás de Keiko Fujimori a todos los que quieren frenar un avance popular, pero parece difícil encajarle ese planteo al peronismo, con más de setenta años de historia.

Pero ella insiste y lanza una catarata de formulaciones al voleo para inscribirlo en un supuesto 'neocomunismo'.