Para los candidatos de la principal fuerza opositora el modus operandi es similar: se elige un argumento y todos lo repiten hasta el cansancio en las radios y los canales de televisión, y los trolls lo difunden en las redes sociales.

Les funciona muy bien entre sus seguidores que suelen subirse a esos razonamientos y hacerlos propios, como una forma de darle voz colectiva a las críticas al Gobierno.

Para eso cuentan con canales amigos que no les cuestionan esas ideas, y ni siquiera les repreguntan para que puedan ampliar ese concepto.

Como en el caso de María Eugenia Vidal, que repitió el latiguillo de la "deuda de Alberto Fernández", aunque es en pesos e interorganismos del Estado.