Los roces y enfrentamientos internos dentro del macrismo ya se están notando demasiado y por eso decidieron hacer una especie de reunión para intentar mostrar unidad.

Pero más allá de que hasta Rodríguez Larreta destacó la importancia de la reunión, Patricia Bullrich, presidenta del partido, prefirió no asistir.

Obviamente el expresidente se retiró temprano porque tenía que seguir con la serie y a la salida no quería atender a la prensa. Eso quedaba claro.

Pero lo que era innecesario era que su custodia agrediera gratuitamente a los trabajadores de prensa.

Párrafo aparte merece la poca empatía de Eduardo Feinmann con su compañero de trabajo que acababa de ser agredido y lejos de condenar la agresión, prefirió seguir con el informe.

Lástima que lo único que respondían los participantes era que la reunión había sido muy positiva como si fueran a decir lo contrario sea cual haya sido el verdadero sentido de la misma.