La Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) hizo público su rechazo a "los anuncios de nuevos aumentos de las tarifas eléctricas" para los usuarios de Edenor y Edesur, señalando que “desde 1991 solo encarecieron el servicio”.

En ese sentido, protestó porque "el Gobierno Nacional, al igual que el anterior, mantiene ese sector privatizado y sólo garantiza con los cambios de los valores finales consumidos la mejora de la tasa de ganancia de las empresas privadas".

Mediante un comunicado firmado Pablo Micheli y José Rigane, secretario general y adjunto, respectivamente, la CTAA planteó que las mencionadas empresas “remitieron hacia sus casas matrices ganancias millonarias en dólares y agotaron la infraestructura que las ex SEGBA y Agua y Energía Eléctrica desarrollaron para ofrecer mejores y más baratos servicios que las multinacionales".

"A tal punto llegó el deterioro del servicio que su continuidad depende de la elevación o baja prominente de la temperatura”, indicó la central obrera, ratificando su rechazo a "los aumentos de electricidad, gas y combustibles".

En ese sentido, denunció "el saqueo energético que provoca el sistema de privatización de los servicios públicos y los recursos naturales como el petróleo y gas", por lo que planteó "la necesidad de recuperar soberanamente los recursos energéticos y las firmas de servicios públicos para que la energía sea otra vez un derecho humano, un bien social y un problema colectivo".