"Triaca admitió que utilizó información de inteligencia y una pesquisa propia para reconstruir el origen de la divulgación de su desliz. La explicación embraveció al Presidente, porque conoce que parte de la caída de imagen obedece a este affaire", relata el texto de Marcelo Bonelli. Nótese la utilización de la palabra "affaire", la que denota una intención de reducir el escándalo que representa la situación laboral de Heredia, a un enfrentamiento político con el gremialista Hugo Moyano. 

Bonelli repasó el supuesto diálogo durante el cónclave que llevó adelante esta semana el Presidente frente a todo su gabinete. Allí ubicó al ministro dando explicaciones a sus pares y reconociendo que se apoyó en la oficina de inteligencia para determinar cómo su exabrupto llegó a tomar estado público.

“Sandra conoce a un dirigente kirchnerista y ambos le llevaron el audio a Hugo. Fue Moyano el que lo difundió", habría dicho Triaca según la información firmada por Bonelli. De esta manera, su argumentación justifica la decisión de Macri -a regañadientes- de proteger al funcionario evidentemente envuelto en manejos corruptos, por tratarse de un enfrentamiento de carácter político.

El periodista de Clarín describe al Presidente enojado, no sólo por los problemas que le traen sus funcionarios y asesores, sino también con lo que denomina "el círculo rojo", especialmente el sector empresario: "La furia central se dirige al círculo rojo: políticos, influyentes, encuestadores, periodistas y empresarios. Ahora la bronca esta direccionada al movimiento empresario. Los acusa de ingratitud y de no acompañar políticamente su estrategia", asegura Bonelli.

Si bien el poder del audio con insultos hacia una subordinada fue determinante, lo más grave de la práctica de Triaca responde a que Heredia trabajaba en negro y había recibido un cargo en el SOMU  -sindicato intervenido por corrupción- como parte de un aumento salarial.