Hay cosas que a fuerza de repetición se instalan. Una de ellas es que la carga impositiva en nuestro país sobre el sector empresario es muy alta. Y son pocos los que la discuten, incluso desde el progresismo muchas veces se da por válida esa idea y a lo sumo se la justifica.

Lo que nunca hubiese esperado Nelson Castro es que Beatriz Sarlo fuera quien desmintiera que eso sea verdad, y lo comparara con los impuestos que se deben pagar en otros países.