Las campañas de las oficinas de prensa de las cancillerías suele ser desconcertante. Hay quienes creen en el trabajo específico de su portafolio y en los vínculos con sectores influyentes del país al cual envían a sus embajadores, y otros apuestan al enamoramiento de los pequeños gestos para mejorar las relaciones entre las naciones.

Evidentemente dentro de estos últimos se anota el embajador estadounidense en nuestro país, Marc Stanley, quien se grabó como uno más de los que se sumaron a la fiebre de las figuritas de la Copa del Mundo de Qatar.