Dióxido de cloro, sí. La OMS y el ministerio de la Salud ya dijeron que su consumo es peligro. De hecho, el mes pasado murió un chico de cinco años por tomarlo.

Pero una diputada de Cambiemos propuso su consumo en el Congreso. 

“Escuché también que la única solución es la vacuna y acá, como hay muchos colegas que miran a otros países latinoamericanos como Bolivia, cosa que yo celebro, los exhorto a que se contacten con el alcalde de San José de Chiquitos, en Santa Cruz de la Sierra, que ha utilizado métodos alternativos, y que hoy no tiene en su ciudad un caso de Covid”, dijo Mónica Frade.

“Creo que tendríamos que mirar otros ejemplos, y países latinoamericanos que tienen autorizado, por ejemplo, el uso del dióxido de cloro”, sentenció la diputada, generando todo tipo de controversias ya que, tal como explicó el Ministerio de Salud, su consumo puede causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.