Luego de que la Cámara de Diputados votó y definió retirarle la inmunidad parlamentaria al ex ministro de Planificación, éste decidió presentarse espontáneamente por su cuenta ante la Justicia.  De Vido ironizó, tras el despliegue de fuerzas en sus domicilios: "Mandenle un champagne a Carrió de mi parte". 

El exfuncionario afronta dos pedidos de prisión preventiva. Por un lado, el juez Bonadio lo acusa de presuntos sobreprecios por casi 7000 millones de dólares en la compra de gas licuado.

Mientras que el juez federal Rodríguez lo investiga por un desvío de 270 millones de pesos en obras que no se completaron en la mina de carbón de Río Turbio. Ambos magistrados consideran que De Vido en libertad "podría entorpecer las investigaciones". 

El mismo magistrado es quien lleva adelante la indagatoria al exfuncionario detenido, aunque aún no trascendieron las declaraciones correspondientes. Luego quedaría alojado en el hospital penitenciario de Ezeiza por cuestiones de salud.

Se trató de una sesión histórica, ya que es la primera vez que la Cámara baja decidió desde 1983 el desafuero por corrupción. El bloque oficialista Cambiemos llegó a los dos tercios necesarios con el respaldo de los diputados del Frente Renovador, del justicialismo, del Frente Misionero, del GEN, Frente Cívico de Santiago, la Izquierda y Compromiso Federal, de los hermanos Rodríguez Saá.