Este martes apareció en el Boletín Oficial la Resolución 10 de Anses, por medio de la cual se establece para septiembre un aumento de 6,68 por ciento para jubilados y pensionados de beneficiarios de seguridad social. Así, el haber mínimo jubilatorio pasará de 8.096,30 pesos a 8.637,10.

Este aumento representa una nueva pérdida para quienes reciben esas prestaciones, teniendo en cuenta la fórmula que logró imponer el gobierno de Mauricio Macri y que contempla un porcentaje configurado por el 70 por ciento de la inflación y el 30 por ciento de la evolución del salario formal de los trabajadores.

Hasta junio último, la inflación del año fue del 16 por ciento –que es la que se toma para efectuar el cálculo–, pero la de julio podría rondar el 3,5 por ciento y con la de agosto y septiembre, se especula con guarismos que van del 25 al 27 por ciento, según quién se consulte.

De manera que las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales tendrán una pérdida efectiva cercana al 6 por ciento puntos con respecto a la suba promedio de los precios del período.

Esta pérdida del poder adquisitivo debe sumarse a las ocurridas desde que se aplica la fórmula macrista: 31,68 por ciento de aumentos frente al 41 por ciento de inflación en 2017 y la leve recuperación de 3,2 por ciento el año pasado. Es decir, 7,5 por ciento de pérdida en dos años más otra caída para el corriente.

"La inflación de 2018 ya se estima en 35,5 por ciento y el aumento de los jubilados rondará el 28 por ciento. O sea que perdieron cerca de 7,5 por ciento", estimó la abogada previsional Andrea Falcone en declaraciones a Ámbito.com.