El periodista y escritor comenzó hablando del pánico que genera en la clase política y el empresariado la revelación de datos personales, la "flexibilidad" de los jueces para encarcelar a figuras sin condena, y hasta dejó abierta la posibilidad de que trasciendan ciertos escándalos a partir de la detención del Leandro Santos, a quien acusan de administrar una red de prostitución vip.

Para caracterizar el trabajo que parece estar llevando adelante el Gobierno en conjunto con la justicia, evidenció que realmente "no hay mucha gente preocupada en luchar contra la corrupción", un análisis del que se desprende que en realidad la voluntad real es la persecución.