Es un discurso que podría escucharse en un encendido militante de la izquierda o del peronismo de base, sin embargo fue Mauricio Macri quien apuntó al empresariado nacional por no ser competitivo.

Parece una jugada a tres bandas de difícil concreción porque la principal espalda que ha tenido su proyecto ha sido el mundo empresarial que jugó siempre sus fichas para el candidato de la derecha, que ahora los castiga.

¿Está preparando un nuevo escenario con jugadores internacionales que vengan a desplazar a los locales, o sabe que los que sufrieron los embates del caso de los cuadernos no se lo perdonan?