A esta altura ya se la extraña. Las dos son visceralmente antiperonistas y contrarias a todo gobierno nacional y popular. Pero al menos Mirtha tenía la experiencia y la picardía para hacer preguntas que descolocaran al invitado y lograba sacar algo más. En cambio Juana Viale es sólo un compendio de lugares comunes de charla de country sin ninguna arista destacada.

Aún así, el libertario José Luis Espert al recibir la insípida pregunta de si estaría dispuesto a aceptar un llamado para ocupar la cartera de Economía del Gobierno en vez de negarse de plano se enfrascó en una ridícula exigencia.