El ministro Darío Lopérfido descubrió que ni en el barrio porteño de Recoleta toleran su negacionismo: como se sabe, suele negar el genocidio ejecutado por la dictadura cívico-militar, al relativizar la cantidad de desaparecidos y asesinados.

El funcionario de Rodríguez Larreta quiso concurrir a una función del Bafici en el el cine Village Recoleta, que se llevaba a cabo pasadas las 19.30 del domingo, cuando al reconocerlo decenas de personas comenzaron a corear un estridente "renunciá, renunciá".

Intentó pasar desapercibido, buscó esconderse en un librería cercana, hasta pretendió "razonar" con alguna de las personas que hacía la cola para ingresar el cine, pero fue inútil: a cada momento se sumaban más voces al coro de repudio que recorre cuando lugar cultural hay en la Ciudad, tanto de elencos como de público.

Finalmente, el macrista que creía poder hacer lo local en un cine porteño, debió recular con el rabo entre las patas. Como corresponde.