A pesar que previamente había solicitado algunos cambios, que no eran más que absurdas modificaciones, finalmente la Confederación General del Trabajo (CGT) le dio el visto bueno al Gobierno para que envíe al Congreso la reforma laboral, avalando, entonces, el salvaje avance hacia la flexibilización laboral.

El acuerdo surgió luego de una reunión que mantuvieron el ministro de Trabajo, Jorge Triaca; y la cúpula de la central obrera en la Rural. Según fuentes oficiales citadas por Infobae, se pusieron de acuerdo respecto a “14 puntos” en los que había discrepancias, y “cedieron de ambas partes”.

"En el día de hoy se llevó a cabo una reunión entre el ministro de Trabajo y los miembros del Consejo Directivo de la CGT, en el marco de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación sostenida del Trabajo Infantil; tras la misma, y luego del trabajo en conjunto que viene llevándose adelante con los representantes de cada uno de los sectores, se alcanzó el nivel de consenso necesario para enviar el proyecto de ordenamiento laboral al Congreso de la Nación para su tratamiento en las próximas semanas", anunciaron desde la cartera laboral.

Si bien en el comunicado no se especificó cuáles fueron los cambios que se introdujeron en el borrador original, trascendió que el Gobierno habría accedido a dar marcha atrás con la tercerización de servicios de transporte, limpieza y seguridad para empresas, y se habría eliminado la propuesta inicial de introducir la categoría de "trabajador independiente".