Fue una de las grandes mentiras del año. A pesar de que todos los días la prensa opositora machacaba con el creciente interés de argentinos con buen pasar económico que planeaba trasladarse a Uruguay la realidad mostró una cara absolutamente diferente.

Con paciencia Rolando Graña esperó hasta fin de año para hacer el recuento y hablando con periodistas del otro lado del charco reveló que muy pocas familias tomaron la determinación de mudarse, y los pocos que lo hicieron se quedaron en Punta del Este.