El operativo represivo, con vallas y cientos de agentes, provocó el rechazo y la reaccion de una multitud que se acercó hasta el departamento de Cristina Fernández en el barrio de Recoleta.

Con una barrera humana, un grupo de manifestantes encabezados por el dirigente Juan Grabois terminó por desplazar del lugar un gigantes carro hidrante. 

Las manos de las personas se apoyaron en el paragolpes del camión y así lograron retirarlo. Grabois y los diputados Natalia Zaracho y Federico Fagioli, lideraron la accion.