Mas allá de que las reglas del debate eran estrictas, sobre todo con los tiempos, el resto de los candidatos no tuvo mayor problema para adaptar su discurso. Pero el candidato de la derecha, que al lado de Espert parecía el Che Guevara, se quedó corto con los tiempos en casi todas sus intervenciones.

Al final decidió recortar sus palabras y el resultado fue que le sobraron varios segundos. Lo que se dice un NO tiempiesta.