La vicepresidenta del Senado detectó facturas impagas, contrataciones viciadas, ex asesores del PRO nombrados en categorías altas y un taller de mantenimiento en condiciones paupérrimas.

El detalle figura en informes elaborados por su secretaria administrativa María Luz Alonso a los que tuvo acceso LPO y que en los próximos días serán utilizados para realizar una auditoría general de la herencia de Gabriela Michetti.

La directora general de Auditoría y Control de Gestión, Susana Baum, supervisará los gastos y contrataciones; y Graciana Peñafort, directora de asuntos legales, encabezará una comisión para revisar el nombramiento de personal del último año.

Helio Rebot, ex secretario administrativo del Senado y encargado de la transición con Alonso, niega irregularidades y afirma que los balances que dejó tenían menos rojos que los de Amado Boudou.

"La deuda del Senado es de gastos corrientes y porque Hacienda no mandaba los fondos", justificó el ex secretario administrativo a LPO Helio Rebot. 

"Siempre el Congreso tiene deuda corriente, porque se emite una orden de pago y se espera el desembolso junto a otras dependencias del Estado. No es que te dan el presupuesto entero para que lo gastes", se excusó el ex secretario de Michetti.

El portal de noticias LPO aseguró que la mayor deuda es con Optar, el operador turístico de Aerolíneas Argentinas y encargado de cobrar los pasajes aéreos de los legisladores. Exige 45 millones de pesos por los últimos seis meses.

Además, el funcionario licencias informáticas vencidas por 50 millones, facturas de telecentro por 247 mil pesos, una flota de 280 celulares de la que sólo se recuperaron 80 y cuatro sistemas informáticos externos que se resistían a entregar las claves si no cobraban los seis meses de deuda.

Rebot niega haber contratado programadores fuera del palacio, pero defiende la incorporación del SAP, el sistema de informatización que adquirió mediante un convenio con Ubatec, una organización integrada por la Universidad de Buenos Aires (UBA), la UIA, la CGE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La documentación del Senado indica que se pagaron 20 de los 22 millones que costaba la contratación, un cumplimiento ejemplar, pero que el sistema casi no funciona en las oficinas y hay mucho retraso de los expedientes.

"El SAP es el mejor programa para la administración pública, junto a Meta4. Hicimos una capacitación pero el personal de línea es reticente a actualizarse", se defiende Rebot.

Justifica, además, haber anticipado hasta el 25% de algunas obras pese a que nunca suele ser más que el 5%. "Muchos adelantos son para acopio de materiales y es un ahorro hacerlo cuando hay inflación".

Michetti dejó tres plazos fijos de 565 millones de pesos, pero 535 están comprometidos para las obras que aceleró el último año, cuando los pasillos del palacio se atestaron de andamios, con obreros trabajando de lunes a lunes.

Uno de los planes de Cristina para el corto plazo es comprar un grupo electrógeno para evitar otra sesión contrareloj como la asunción de senadores del 27 de noviembre, cuando Michetti tuvo una hora de luz para tomar juramentos.

Y acondicionar el taller de mantenimiento que funciona en la calle Entre Ríos 131 en condiciones insalubres. "Son instalaciones viejas con tareas en desuso. Los empleados se fueron jubilando y preferimos reemplazarlo con contrataciones específicas, porque no tiene sentido crear un ejército para mantenimiento", se defendió Rebot.

Alonso promete que no habrá una persecución de empleados, pero sí quiere conocer al personal político nombrado a ascendido después de las elecciones primarias. Su antecesor dice que fueron sólo 12 y sus únicas designaciones en planta permanente, varias de enfermos terminales que murieron.

Ni bien pisó el Senado, Michetti echó a 2000 empleados que había nombrado Boudou y luego reincorporó a 800, muchos con alguna discapacidad. Ahora llegó el momento de auditar su gestión.