El titular de la cartera de Justicia,Germán Garavano, en una entrevista con Perfil hace un insólito pedido jueces, que no actúen en forma alocada o movidos por presiones contra  la expresidenta Cristina Kirchner. El ministro se vió obligado a enviar señales de prudencia al Poder Judicial. Además pidió no abusar de las detenciones. Garavano, en una declaración no casual, presenta la posición del ministerio, para disipara las sospechas que existen por el actuar de la justicia en causas contra Cristina.

- ¿Cómo evalúa el Gobierno si los problemas judiciales de la ex presidenta puedan eventualmente llevarla a quedar detenida? ¿Es bueno o malo para la Argentina?
- Yo creo que eso nunca es bueno. Mi sensación es que con estas cosas hay que ser muy prudentes y no sobreactuar. Entiendo que hay hechos que nos irritan; sobre todo en estos momentos tan duros para el país cuando se están pagando los costos de la fiesta. Pero eso no justifica avanzar de modos alocados o políticos  ni sobre la ex presidenta ni sobre ninguna persona. En esto es muy importante ser solventes con las pruebas y con los procesos, y rápidamente elevarlos a juicio oral. Las detenciones en nuestro sistema son subutilizadas, lamentablemente para las víctimas de los delitos. Pero tampoco las sobreutilicemos porque lo pide una mayoría circunstancial. El buen juez es aquel que tiene equilibrio para resolver sin presiones, ni de la opinión pública, ni del gobierno de turno, ni de una empresa. Si la ex presidenta cometió delitos, tendrá que ser juzgada y condenada, y eventualmente en ese momento tendrá que cumplir la pena que le impongan. Pero no hay que apresurar reacciones.

- ¿No hay oportunismo político en los jueces que antes dormían causas y ahora las aceleran?
- El desafío es ver si estamos frente a una reacción o un cambio. Son dos cosas distintas. Toda la Justicia necesita hacer un cambio profundo. En el caso del fuero federal y de los casos de corrupción, la sociedad necesita que sean elevados a juicio. En un juicio oral y público, es donde se determina si una persona es culpable o inocente. Ahí se incautan todos los bienes. Eso es lo que reclama la sociedad más allá de indagatorias y allanamientos.