Hay cosas difíciles de combinar, como son el enojo y el humor. Hay quienes saben hacerlo yendo sutilmente de uno al otro y generando el efecto buscado, pero por lo general la bronca le gana a la risa y se pierde el resultado que se pretendía.

Así comenzó el diálogo entre Eduardo Feinmann y Pablo Rossi, con una charla distendida que, con una invitación del primero a comer pochoclo abría el juego para los chistes,

Pero como no es una paleta que manejen con soltura rápidamente se pasaron al odio a secas y lanzaron sus diatribas contra Cristina Kirchner que es el pan con el que se alimentan a diario.