Es la nueva estrategia de Juntos por el Cambio es atacar a un sector sensible de la protesta estudiantil: aludir a la responsabilidad de los padres de los alumnos que toman colegios y amenazarlos con penas en la cárcel.

Si bien está claro que eso no tiene por donde avanzar, el objetivo es atemorizarlos para lograr que bajen la intensidad de los reclamos de sus hijos.

Y Eduardo Feinmann, uno de los puntales históricos contra las tomas de colegios, fue por el mismo camino.