La fiscal Viviana Fein contó que investigaba dos líneas que involucran a los servicios de inteligencia del Estado, en la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuando la jueza Fabiana Palmaghini decidió apartarla.

La sacaron justo cuando estaba detrás de "algo muy sugestivo". Según se supo, se trataba de una cadena de llamadas del día en que murió Nisman, que incluyen, entre otros actores, al ex espía Antonio Stiuso y al ex jefe del Ejército César Milani.

"Quizás esas personas estaban esperando un resultado, no lo puedo aseverar, por eso estábamos investigándolo", dijo ayer Fein, en una entrevista con un grupo de periodistas en su fiscalía. Ella explicó que la cadena de llamadas empieza en la mañana del domingo 18 de enero del año pasado, muy cerca del momento en el que -según la autopsia- Nisman murió.

Además, advirtió que esas llamadas no ocurrieron "otros domingos", sólo ése. "Se dio justo en ese momento y justo con agentes de fuerzas de inteligencia", afirmó.

En tanto, desmintió haber omitido la declaración del espía, al que acusó implícitamente de haber encabezado una operación contra ella.

"A Stiuso, tras declarar, se le leyó en voz alta su testimonio, en presencia de su abogado. Luego, se le dio para que la lea él mismo y la firmó en conformidad. De haber advertido una omisión, lo hubiese manifestado. Stiuso no es un lego; sabe lo que es una testimonial. Lo que no está es porque no lo dijo", aclaró.

Así, la fiscal ratificó que continuará con su cargo pese a estar completados los trámites de su jubilación, anticipó que seguirá para instruir el expediente y se mostró molesta con las "difamaciones" que alega estar recibiendo en los medios de comunicación.

"Por mi honor, no me voy a ir. Yo tengo que mantener el decoro, en mi función debo respetar a toda persona. No miro televisión porque no quiero hacerme mala sangre. Jamás descarté ninguna hipótesis. Lo que a mí no me gusta son las difamaciones", comentó.