Alejandro Fantino condujo durante los años en que el macrismo pensaba que reinaría por décadas en el país, un programa donde se operó con alevosía contra dirigentes sindicales, dueños de medios y funcionarios kirchneristas.

Allí fue donde surgieron las denuncias contra la 'Morsa' para arruinar la campaña a gobernador de la provincia de Buenos Aires de Aníbal Fernández y donde Marcelo D'Alessio entregó periódicamente carne podrida bajo la pantalla de tener información chequeada.

Después de haber regenteado ese quirófano, Alejandro Fantino se plantó para darle lecciones de objetividad y periodismo a Miguel Wiñazki, lo que indica desde donde hablaba el padre del colaborador de Lanata que hasta el conductor de Animales Sueltos le tuvo que pedir que aflojara un poco.