El director del Grupo Indalo que tuvo que cumplir prisión efectiva por una causa inventada por el macrismo celebró el fin de la quiebra decretado por la Justicia y contó los detalles de las causas de esta resolución.

La gran mayoría de los acreedores aceptaron el advenimiento y De Sousa concluyó que "el advenimiento es una alegría, tiene un sabor intenso de alegría pero también de bronca y tristeza porque hay 12.530 tipos que se quedaron sin trabajo, tanto directos como indirectos" como consecuencia de la persecución judicial que sufrió el grupo. En ese sentido remarcó que el objetivo primordial de la empresa es "volver a insertar a esas personas a la dignidad del trabajo y que a fin de mes tengan el fruto de su trabajo en su casa” rápidamente.