Es tan fácil tuitear, se hace en pantalones cortos y sin terminar de levantarse de la cama, o viajando en el asiento trasero de un auto que te lleva de un lugar a otro.

Además no hay nadie del otro lado y uno puede ser ingenioso, mordaz o provocador, porque no hay un otro para hacernos sentir la reacción humana a los golpes recibidos.

Esa lógica maneja José Luis Espert en sus intervenciones en las redes sociales, y después lo extrema cuando debe sostenerlo en los medios tradicionales.

En LN+, lejos de despegarse de un tuit que pedía "cárcel o bala" para los trabajadores del neumático que se manifestaban en el Ministerio de Trabajo, lo justificó de la peor manera posible.