Es uno de los cambios más inesperados de los últimos tiempos: Esmeralda Mitre anunció que en las próximas elecciones votará al peronismo y hasta se animó a comparar cómo gobernaron unos y otros para reivindicar los años de administración kirchnerista.

Pero el alejarse de Juntos no le llegó por una profunda introspección o un concienzudo análisis político sino por el odio visceral que le produjo ver cómo desde el macrismo se operaba para desplazarla de la herencia que le correspondía tras la muerte de su padre, Bartolomé Mitre, en La Nación.