Mauricio Macri llegó al gobierno con la promesa de crear “empleos de calidad”; es una muletilla que sigue usando en cada acto que le toca encabezar, como si fuera un mantra que, por el solo hecho de repetirlo, mágicamente se fuera a hacer realidad…

Sin embargo, la realidad es la que produce cotidianamente a través de la implementación de sus políticas, que apuntan a un mayor ajuste y a una mayor recesión. También destruyendo esos “empleos de calidad” que dijo y dice crear.

En concreto, entre enero y noviembre de 2018 se perdieron en la Argentina 117.000 empleos en blanco del sector privado, según la Secretaría de Transformación Productiva, que absorbió la desaparecida Dirección de Estadísticas Laborales del desaparecido Ministerio de Trabajo de la Nación.

Se trata de la mayor caída en una década: desde 2009, cuando comenzaron a relevarse estadísticas del empleo registrado gracias al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), nunca se había registrado un desplome de semejante magnitud: -1,9 por ciento interanual.