Fernando Iglesias volvió a su segunda casa, TN, donde habla de cualquier cosa que lo aleje de ser señalado como misógino.

El problema es que le dan micrófono y el tipo dice tantas incoherencias que no colabora en dejar una mejor imagen. 

Sus comparaciones y la liviandad con la que dice que los peronistas utilizan los nacimientos y los fallecimientos con fines políticos lo pintan de cuerpo entero. No sólo es misógino.