Ante todo, el decreto 226 que se publicó el miércoles en el Boletín Oficial, cambia el nombre de la Oficina Anticorrupción, pasando a denominarse Secretaría de Ética Pública Transparencia y Lucha contra la Corrupción.

Lo importante, sin embargo, es que elimina la necesidad de que quien esté a cargo de la dependencia sea abogado, como se requería hasta el mismo miércoles.

La designada en el cargo, Laura Alonso, no es abogada sino licenciada en Ciencias Políticas, por lo cual el decreto puede tomarse como un regalo de cumpleaños de Mauricio Macri, ya que la exdiputada celebraba el miércoles su onomástico.

El o la titular de dicha Secretaría, entonces, "deberá poseer título universitario, sólida formación académica, antecedentes profesionales calificados en derecho, ciencias sociales o economía y una reconocida trayectoria democrática y republicana", dice el decreto.

Conclusión: ahora la macrista Alonso puede asumir su cargo sin dar mayores explicaciones sobre estudios cursados y/o títulos obtenidos.