Emilio Monzó siempre fue considerado un hábil operador de la provincia de Buenos Aires, un hombre con contactos y con la posibilidad de acarrear un número importante de punteros para garantizar territorialidad.

Siempre jugó en el ala derecha del peronismo y desde allí se alejó raudamente cuando el kirchnerismo se quedó con el corazón del movimiento.

Pasados los años, y ante una pregunta de Jonatan Viale, Monzó respondió reivindicándose como ‘menemista’, una calificación que había caído en desuso pero parece querer volver a entrar en circulación.