A una semana de coronarse como gran triunfadora de las elecciones legislativas porteñas, Elisa Carrió volvió a ser noticia aunque esta vez a raíz de unas nefastas declaraciones realizadas cuando todavía estaba en campaña.

Las palabras de Carrió surgieron durante una visita de la representante de Cambiemos al club Harrods Gath & Chaves, allí, la diputada nacional y senadora electa reivindicó el arresto domiciliario para los genocidas y sostuvo que hay "condenados sin pruebas".

"Espero el consenso necesario para ver juicios de revisión porque hay juicios donde no hay pruebas", disparó ante un auditorio que claramente compartía sus ideas. "Hay una situación que tiene que ser aplicada a todos por respetar los derechos humanos (sic). Es que después de determinada edad, tu prisión es domiciliaria. Pero lo es en todos los casos", aseveró.

"La verdad es que una sociedad que trata así a los ancianos…", intentó argumentar en su defensa a los represores.

Pero Carrió fue más allá, y sostuvo que "hay casos muy mal juzgados" y "procesos nulos", aunque reconoció que "en otros casos están muy bien juzgados", como el de los "torturadores directos". Y más adelante profundizó la distinción: no es lo mismo, sostuvo, "alguien de 21 años que obedecía a Nicolaides", "que le decían que estábamos en guerra", en "un enfrentamiento", que alguien que torturó.

"La verdad que el kirchnerismo usó esto como venganza (…) A una determinada edad, la prisión puede ser domiciliaria, y que esto rige para todos. No puede ser que se mueran en las cárceles enfermos. Los derechos humanos son para todos", advirtió