Medios y militantes se congregaban frente a la sede de las Madres de Plaza de Mayo en el barrio de Congreso, protestando por el intento de detenerla. En ese momento un ejercito de policías se hizo presente en el lugar y con actitudes violentas y poco democráticas agredieron a un grupo de camarógrafos que estaban haciendo su trabajo y tambien a militantes que intentaban impedir el atropello.