María Eugenia Vidal ya lo anticipó: apenas asuma, impulsará una modificación de la estructura del Estado y una profunda reforma con una serie de medidas para optimizar el funcionamiento de los ministerios de la provincia de Buenos Aires.

Para aclarar los eufemismos, ahí estuvo su vicegobernador electo, el radical Daniel Salvador, quien adelantó "una reducción importante, necesaria" en la administración de la provincia.

"A confesión de parte, relevo de prueba", dice el dicho. Pues el hombre no tuvo empacho en confesar las intenciones del macrismo en territorio bonaerense que bien pueden replicarse a nivel país.

Con tal de lograr que "el presupuesto sea mucho más viable", Cambiemos solo puede prometer ajustes a escalas provincial y nacional.