Según denuncia la ONG La Alameda, Javier Ibáñez, titular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), retiró a todo su personal técnico del Centro Demostrativo de Indumentaria, como se conoce al polo laboral, donde es la primera y única política pública para víctimas de trata y explotación que salieron de talleres clandestinos o prostíbulos.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo), la OIM Cono Sur y Argentina (Organización Internacional para los Migrantes), jueces federales, fiscales federal, el Consejo Federal de Trata y hasta Acción Católica están preocupados por el vaciamiento del Polo Textil, en el barrio porteño de Barracas.

“Esto significa que los costureros ya no contamos con los técnicos en diseño, arreglo de maquinas, en lo administrativo, para la proyección económica, como  comercial todas aéreas claves para el funcionamiento del Polo frente a una industria que el 80 por ciento produce en talleres clandestinos, con trabajo esclavo, sin respecto de las leyes laborales o el pago de impuestos, con empresas que ganan licitaciones del Estado sin tener empleados o acreditado solo uno, encima todo esto en el marco de la brutal caída del consumo y la inflación que no para”, reflexionó Ezequiel Conde, miembro de la Alameda y una de las textiles en el Polo.

“Ibáñez nos chamuyó con el empredurismo y el sí se puede, pero ellos en los hechos ya dejaron la política pública abandonada, se retira el Estado, entonces tenemos una libertad en realidad falsa, porque nos bloquearon los teléfonos de las oficinas, no nos permiten ir a otros sectores del Polo, y lo único que dejan es un personal de seguridad privada para abrir y cerrar la puerta”,agregó Conde, quien no se olvida que este es el segundo recorte del INTI, el primero sucedió hace dos años atrás con el despido de 256 trabajadores, entre ellos del Polo Textil el delegado gremial y técnico, Néstor Escudero.

Asimismo, la Corporación del Sur, a cargo de Karina Spalla, también se le dirigió una nota por el vaciamiento del Polo Textil, porque de este organismo depende el predio y figuran como creadores de esta política pública, que en su momento fue inédito además por poder unir organismos del Estado nacional, porteño, justicia y trabajadores.

 El juez federal porteño, Sergio Torres, se mostró muy disgustado con esta noticia, ya que en el año 2008 decomiso la maquinaria de una fábrica esclavista y la entregó en comodato para la ayuda a los costureros.

Por lo que le dirigió una nota al titular del INTI, señalando su “preocupación porque mucha de las maquinas en el Centro son producto del secuestro en el marco de la causa 7.786/08, en el juzgado Nº 12” y de la que “considera de suma importancia que siga el centro bajo un régimen laboral acorde a la ley”.

También encendieron las alarmas los titulares de la Fiscalía Anti-Trata, Marcelo Colombo y Alejandra Mangano, quienes le recordaron a Ibáñez que el Polo Textil “constituye un espacio de reinserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad”, y le recordó las palabras del ingeniero Enrique Martínez, ex presidente del INTI, que dijo el día de la inauguración del Polo “se trata de una planta textil preparada para la instalación de cooperativas de trabajadores costureros”.

Estos fiscales además lograron hace pocos días que se aprobara una nota en defensa del Polo Textil por el Consejo Federal de Trata y Explotación, que va dirigir la misma una carta al Comité de Trata que depende de Marcos Peña, titular de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

Los titulares de la Procuraduría sobre Trata y Explotación (PROTEX) señalaron que el INTI también es depositario judicial de las maquinas entregadas por el juzgado federal Nº 4, a cargo de Ariel Lijo, en el expediente 3692/2013 quien expresó en un fallo que “no tiene sentido que las maquinarias secuestradas se mantengan ociosas hasta el momento en que se dicte sentencia definitiva, mientras las víctimas se encuentran desocupadas y sin sustento”.

Por otra parte, Acción Católica Argentina (ACA), dirigió una nota, con la firma de su titular Rafael Corso, al presidente del INTI, donde explica que se reunieron con “trabajadores del Polo Textil y de la Fundación Alameda que nos han relatado que no queda personal técnico que administre la política pública como venía sucediendo desde hacía una década”, y hasta escucharon al “propio juez federal, Sergio Torres, que nos dejó un panorama muy preocupados sobre la falta considerable de políticas de Estado para revertir la plaga de la trata, el trabajo esclavo y la desocupación y por ello solicitamos todas las medidas posibles para no dejar el Polo Textil librado a la buena voluntad solo de los trabajadores de las cooperativas si no que el Estado se haga cargo de sus funciones en favor del bien de toda la comunidad y sobre todo los más vulnerables. Como el magisterio del Papa Francisco nos ha enseñado la trata de personas es un delito de lesa humanidad que daña en primera medida a la víctima, pero también a toda la sociedad”.