Desde la asunción del gobierno de Macri, la Unidad de Información Financiera (UIF), creada por el kirchnerismo para investigar el lavado de dinero a gran escala, fue blanco de políticas que la perjudicaron constantemente.

Primero, con la llegada a la unidad de abogados que provienen de los mismos estudios que defienden a los principales bancos acusados de lavar dinero. Segundo, con el despido del 50% de los analistas de información. Por último, con esta jugada maestra por parte de Prat Gay para tener acceso y control de todos los datos que se manejan en la UIF.

Tal como dijo José Sabatella a El Destape: "La UIF molestaba al establishment financiero porque lo obligaba a seguir una serie de obligaciones que le molestaba a los bancos... Con esto se centralizado todo en un lugar y se diluye la UIF como un organismo administrativo. Sin capacidad de acción".

Resulta que esta modificación al proyecto se introdujo a las 4 de la mañana y sin consentimiento de todos los bloques. El mismo presidente de la Comisión de Presupuesto reconoció que "es un tema que debimos ponerlo a consideración antes, con los otros bloques".

Como sea, el artilugio está hecho. La UIF pasará de estar bajo la órbita Judicial a la de Economía, controlada por un hombre que trabajó con casi todos los que ahora son denunciados por lavado de activos a gran escala. ¿Casualidad?

No parece ser casualidad tampoco la llegada de polémicos abogados a la unidad, como por ejemplo, el propio titular de la misma, Mariano Federici, un hombre de estrechos lazos con el FMI. O algunos otros involucrados con los mismos bancos que se denuncian, por ejemplo, el HSBC, a través de su ex defensora, María Eugenia Talerico, hoy también al frente de la UIF.

Durante la gestión de Sabatella, la UIF logró sacar a la Argentina de la "lista gris" de países observador por el GAFI. Hoy, el país quedó sin representación ante este Grupo de Acción Financiera Internacional y el Grupo de Acción Financiera de América del Sud (Gafisud).