Después de las expresiones de Patricia Bullrich sobre las Islas Malvinas y su aval a palabras en el mismo tono de dirigentes de su espacio, la pelota estaba picando con el arco a disposición.

Y Aníbal Fernández, que no es de los que suelen desperdiciar esas oportunidades servidas para marcar goles, aprovechó la suspensión del clásico sudamericano para chicanear a la exministra de Seguridad del macrismo.