No habrá participación militar británica en Siria
Así lo expresó el Parlamento que votaron 285 legisladores en contra de una acción contra ese país. "Lo entiendo y actuaré en consecuencia”, aseguró el primer ministro David Cameron.
Luego de 7 horas y media, la Cámara de los Comunes debatió la situación en el país árabe. Entre las divisiones se encontraba el escepticismo del pueblo británico a involucrarse en un nuevo conflicto bélico y la necesidad de aprender las lecciones de Irak.
Anteriormente el gobierno de Gran Bretaña aseguró que atacar a Siria tenía un fin "humanitario", sin importar lo que ocurra en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas "con el objetivo de aliviar el sufrimiento humano al disuadir o interrumpir el uso posterior de armas químicas”.
“Está claro que el Parlamento y el pueblo británico no desean una acción militar, lo entiendo y actuaré en consecuencia”, comentó un poco disgustado el primer ministro David Cameron.
Algo similar dijo el ministro de Defensa, Philip Hammond: "Tenía la esperanza de que entiendan nuestro argumento, pero entendemos que hay profundas sospechas acerca de un involucramiento en Medio Oriente".
Asimismo David Cameron sostuvo que podría actuar contra Siria en caso de que el Consejo de Seguridad de la ONU no tome una decisión al respecto y lo haría amparado por el "Derecho Internacional", en un documento en el que expone su "posición legal" respecto al asunto.
Paralelamente Londres envió este jueves seis aviones de combate Typhoon a sus bases en Chipre, a 200 kilómetros de Siria, como “una medida para defender nuestras zonas de soberanía en un momento de gran tensión en la región”, confirmó un portavoz del Ministerio de Defensa.
Por su ubicación en el este del Mar Mediterráneo, estos enclaves llamados Akrotiri y Dhekelia pueden tener gran actividad en un posible conflicto en Siria, además de ser blanco de ataques.

Luego de 7 horas y media, la Cámara de los Comunes debatió la situación en el país árabe. Entre las divisiones se encontraba el escepticismo del pueblo británico a involucrarse en un nuevo conflicto bélico y la necesidad de aprender las lecciones de Irak.

Anteriormente el gobierno de Gran Bretaña aseguró que atacar a Siria tenía un fin "humanitario", sin importar lo que ocurra en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas "con el objetivo de aliviar el sufrimiento humano al disuadir o interrumpir el uso posterior de armas químicas".

"Está claro que el Parlamento y el pueblo británico no desean una acción militar, lo entiendo y actuaré en consecuencia", comentó un poco disgustado el primer ministro David Cameron.

Algo similar dijo el ministro de Defensa, Philip Hammond: "Tenía la esperanza de que entiendan nuestro argumento, pero entendemos que hay profundas sospechas acerca de un involucramiento en Medio Oriente".

Paralelamente Londres envió este jueves seis aviones de combate Typhoon a sus bases en Chipre, a 200 kilómetros de Siria, como “una medida para defender nuestras zonas de soberanía en un momento de gran tensión en la región”, confirmó un portavoz del Ministerio de Defensa.

Por su ubicación en el este del Mar Mediterráneo, estos enclaves llamados Akrotiri y Dhekelia pueden tener gran actividad en un posible conflicto en Siria, además de ser blanco de ataques.