En una nueva y planificada estafa a la república, el oficialismo y sus cómplices lograron evitar que el Congreso siga las normas procesales en torno al pronunciamiento que debían expresar sobre la validez del mega DNU que el Presidente firmó en enero.

Los diputados aprobaron los tres proyectos de ley que reemplazarán a esa batería de normas redactadas por el Ejecutivo, pero luego, al turno del tratamiento del dictamen de la Bicameral de DNU sobre el megadecreto, los legisladores de Cambiemos y algunos del PF Federal abandonaron el debate.

La oposición encabezada por el kirchnerismo y el massismo buscaba dejar sentado el fuerte rechazo al modus operandi que el Gobierno de Macri viene llevando a cabo a partir de sus decretos -que poco tienen de necesidad y urgencia- con un rechazo en el recinto.

Al comienzo de la sesión, las principales cabezas de la oposición habían reclamado alterar el orden del día y tratar en primer término el rechazo o aprobación del DNU, pero la iniciativa fue rechazada en votación, por lo que la maniobra se veía venir.

Según relató parlamentario.com, sobre el final, el presidente del interbloque, Mario Negri, pidió que se leyera por secretaría el pedido de informe a la Corte Suprema sobre las escuchas telefónicas entre la expresidenta Cristina Kirchner y Oscar Parrilli. Por parte de la oposición, Agustín Rossi insistió en tratar primero el DNU y luego el pedido de informe, pero la figura del Presidente de la cámara utilizó el peso de su rol.

Cambiemos logró avalar las iniciativas que reproducen el decreto 27/18 con acompañamiento de Argentina Federal, mientras que el massismo y el Frente para la Victoria-PJ formularon fuertes críticas.
Cambiemos logró avalar las iniciativas que reproducen el decreto 27/18 con acompañamiento de Argentina Federal, mientras que el massismo y el Frente para la Victoria-PJ formularon fuertes críticas.

“Si nosotros lo incorporamos sobre tablas, se antepone al proyecto del DNU -le aclaró Emilio Monzó-. Si lo incorporamos con los dos tercios sobre tablas, automáticamente tiene prelación sobre el otro tema”. De inmediato, la referente del massismo Graciela Camaño advirtió que se vislumbraba "una maniobra" y su temor  a que “se levanten los diputados del oficialismo, acá no haya quórum y no hagamos lo que constitucionalmente corresponde, que es rechazar o aceptar el DNU. Sean responsables, quedémonos hasta el final; comprometámonos con el número y pongamos a votación del decreto de necesidad y urgencia”.

Rossi reclamó reglamento en mano que no podía hacer una incorporación de la moción de Negri, pero otra vez determinante, Monzó insistió en que se iba a votar la incorporación sobre tablas: “No, no voy a hacer lo que usted quiere, Kicillof; soy yo el presidente de la Cámara, no usted”, le advirtió el titular del Cuerpo ante los gritos del exministro de Economía.

La votación no obtuvo los dos tercios necesarios, pero la maniobra de istracción había sido consumada, pues los diputados del oficialismo empezaron a pararse e irse. Monzó casi no reaccionó y extendió el debate una hora más, a pesar de que ya no había quórum.

Mientras los diputados oficialistas dejaban el recinto, Monzó decidió seguir como si nada, a pesar de que ya no había quórum.
Mientras los diputados oficialistas dejaban el recinto, Monzó decidió seguir como si nada, a pesar de que ya no había quórum.

A pesar de que el DNU continuaría vigente si se rechazaba o no, el acuerdo contemplaba el rechazo en Diputados para luego pasar al Senado junto a los tres proyectos de ley. Para que el decreto caiga debe ser rechazado por ambas cámaras, ahora con la ratificación de los senadores podrá convertirse en ley.

Entre los puntos más polémicos de esta batería de modificaciones está la posibilidad de embargar cuentas sueldo y la de utilizar los fondos de los jubilados para cualquier tipo de inversión financiera.