El ministro de Defensa, Julio César Martínez, cuestionó a los sucesivos gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández porque durante esa gestión se "denigró a las Fuerzas Armadas" que protagonizaron la dictadura cívico militar.

El argumento que usó el funcionario fue que el kirchnerismo se delimitó fuertemente de la dictadura pero "el 80 por ciento de sus cuadros no había ni siquiera nacido" en el período que va del 24 de marzo de 1976 al 10 de diciembre de 1983, dijo por radio El Mundo.

Utilizando esa misma lógica macrista, es de suponer que Martínez, nacido en La Rioja el 23 de marzo de 1962, se abstuvo de ponderar positivamente la Revolución de Mayo porque, en efecto, él “ni siquiera había nacido” cuando asumió la Primera Junta.

El ministro “ni siquiera había nacido” cuando en 1933 Adolfo Hitler asumió como canciller alemán, por lo que también es fácil suponer que tampoco se atreverá a denostar al nazismo… Y así.

Absurdo argumento que, por la negativa, lleva a lo que también es de suponer: ni Martínez ni el macrismo en general condenan la dictadura que causó 30.000 desaparecidos al desatar la represión más sangrienta que registra la  historia argentina.