Amparándose en una sotana el cura Juan Pablo Esquivel lanzó un mensaje cargado de odio, calificando de autoatentado lo que ocurrió en el domicilio de Cristina Kirchner y repitiendo las consignas más duras que se propagan en las redes antikirchneristas.

Falta saber si la Iglesia avalará este tipo de mensajes que le agregan nafta a una situación incendiada y donde, cuando se necesitan que bajen el nivel de violencia, solo buscan exacerbarla.