Mientras el Gobierno argumentó de manera maliciosa sobre la decisión de permitir a los bancos embargar las llamadas cuentas sueldo, especialistas en derecho laboral explicaron que se trata de una facilidad para las entidades financieras, en su objetivo de cobrarse sus deudas, ya que hasta hoy este tipo de cuentas eran consideradas inembargables.

Entre las 170 medidas que lanzó a través de un decreto, el Gobierno abrió la posibilidad a los bancos para auto cobrarse pasivos de trabajadores, incluso desde las cuentas donde los empleadores deben depositar los haberes. Más insólita es la excusa de que significará una mejora de la calidad crediticia de los usuarios.

Hasta aquí, lo que establecían las normas era que sí podía embargarse hasta un 20 por ciento del salario (sin depositarse), sobre el monto excedente de los dos salarios mínimos: es decir, teniendo en cuenta que el salario mínimo es de 9500 pesos, por lo que el banco podía acordar con un empresario para quedarse el 20% de los depósitos que abultaran la cuenta del trabajador por sobre los 19 mil pesos.

Ahora, el ingreso mínimo inembargable pasará a ser de 28.500 pesos, pero las entidades financieras tendrán la posibilidad de embargar tanto del salario como de la cuenta sueldo todo el excedente. En otras palabras, la reforma no presenta ninguna mejora para los asalariados, sino que los deja más expuestos.

Según Matías Cremonte, titular de la Asociación de Abogados Laboralistas, “el salario no era inembargable. Una parte podía ser usada para que los bancos y las financieras se cobren las deudas. Pero lo que si era inembargable era la cuenta sueldo".

"Con la nueva medida entran a jugar los bancos y todo el sistema financiero de préstamo”, agregó en declaraciones a Página 12.

Del análisis se desprende que la nueva norma apunta a darle más capacidad al banco de meterse en los ahorros de los trabajadores, en lugar de tomar dinero directo del flujo del salario.