El Gobierno no pudo hacerse el distraído ante el multitudinario acto en la cancha de Arsenal que encabezó Cristina Fernández de Kirchner y donde tuvo duros términos para con la política económica implementada por el macrismo y sus consecuencias.

Mientras el oficialismo dejaba trascender a través de medios afines que Mauricio Macri jugaba al pádel mientras la expresidenta lo fustigaba, el jefe de Gabinete Marcos Peña tuiteaba una vez finalizado el acto: "No perdamos ni el tiempo ni el foco peleándonos con el pasado. Sigamos construyendo juntos un futuro mejor para los argentinos".

Para el titular provisional del Senado, Federico Pinedo, en tanto, el que se llevó a cabo en Sarandí fue "un acto muy macrista en toda su preparación, ambientación e incluso en su contenido”.

En ese sentido debe haber especulado que la expresidenta "no se hizo cargo para nada", mucho menos de la "situación social dramática" que padecen aún muchos argentinos. En efecto, el Gobierno no se hace cargo de lo que ocurre.

Pero Pinedo añadió por radio Mitre: "Ella lo que busca es ponerse emotivamente del lado de la gente que la está pasando mal, sin hacerse cargo de que la está pasando mal por las tremendas injusticias que se han ido sucediendo en los doce años de su propio gobierno".

El diputado Pablo Tonelli (Pro), por su parte, se expresó por radio Rivadavia en similar sentido al señalar que Cristina "tiende a magnificar algunas cosas, a minimizar otras, a disfrazar la realidad".