Hace cuatro meses el juez Claudio Bonadio montaba un show para allanar las propiedades de Cristina Fernández de Kirchner donde, entre otras cosas, se secuestró el bastón presidencial que le regaló a la exmandataria y a Néstor Kirchner, la familia de Héctor José Cámpora.

En aquella ocasión, los enviados del polémico magistrado a la residencia de la ex presidenta en El Calafate no solo destrozaron parte de la vivienda, sino que además se llevaron objetos que no tenían ninguna vinculación con la causa.

Uno de ellos es el bastón presidencial que la familia de Cámpora, quien fuera presidente electo en 1973, le había regalado en el año 2006.

Resulta que luego de aquel arrebato, la actual senadora por la provincia de Buenos Aires todavía no pudo recuperar el objeto que le pertenece.

Los mecanismos judiciales le han obligado a ella a demostrar que es efectivamente la propietaria, como si no fuera algo de público conocimiento, ya que el obsequio se efectuó ante las cámaras de televisión.

Sin embargo, la Justicia hasta llegó a citar testigos para que certifiquen que el bastón es de Cristina. Para colmo, el fiscal Di Lello pretendía el testimonio directo de los hijos de Cámpora. Uno de ellos falleció y el otro padece problemas de salud que le hacen imposible prestar declaración.

Ahora Di Lello citó a declarar a los ex funcionarios Alberto Fernández y Jorge Taiana, que deberán presentarse esta semana. Una historia absurda e innecesaria que muestra cómo se dilapidan recursos y esfuerzos en el circo judicial que vive de manera permanente nuestro país.

De todos modos, según adelantó el diario Página/12, aparentemente la decisión del juez Ercolini sería restituir en breve el bastón a Cristina, y dar por finalizada esta increíble situación que roza lo ridículo.